El Castro de Coaña es un yacimiento arqueológico situado en el concejo asturiano de Coaña. Se trata de un recinto fortificado construido por el pueblo prerromano denominado astures hace más de 2000 años. En este artículo, exploraremos la historia detrás del Castro de Coaña y cómo esta poderosa fortaleza ha resistido la prueba del tiempo.
Antecedentes históricos
La región de Asturias fue ocupada por diferentes pueblos a lo largo de la historia. Los primeros indicios de asentamientos humanos en la zona datan del Paleolítico. Entre los siglos VIII y V a.C., la cultura castreña se extendió por toda la península ibérica. Los astures, habitantes pre-romanos de Asturias, desarrollaron un sistema defensivo basado en la construcción de castros, que eran recintos fortificados situados en zonas elevadas y difíciles de acceder. El Castro de Coaña es uno de los ejemplos más importantes de esta arquitectura.
Construcción y características del Castro de Coaña
El Castro de Coaña ocupa una superficie aproximada de 5 hectáreas. Está situado en una colina a unos 150 metros de altura sobre el nivel del mar, lo que proporcionaba una vista panorámica del territorio circundante. Está rodeado por tres líneas de defensa: la primera es un foso profundo y ancho; la segunda es un muro de piedra y tierra con torres defensivas en las esquinas; la tercera es un muro más bajo que recorre la cima de la colina.
Dentro del castro se han descubierto numerosas viviendas, algunas de ellas semienterradas, y algunos edificios públicos como un graneros y un pozo comunal. También hay vestigios de un posible santuario donde se realizaban ritos religiosos. Se han encontrado restos de cerámica astur y romana, monedas y herramientas de hierro.
El Castro de Coaña también fue un importante centro de comercio, basado en el ganado y los recursos agrícolas de la zona. Se cree que esta fortaleza tenía un papel crucial en el comercio con otras regiones, ya que se encontraba en una zona de tránsito entre Asturias y el resto de la península ibérica.
Declive y abandono
A finales del siglo I a.C., los romanos iniciaron una campaña de conquista de la península ibérica. La región de Asturias fue uno de los puntos de resistencia más fuertes y el Castro de Coaña fue uno de los últimos bastiones en caer. La fortaleza fue asediada en varias ocasiones y finalmente fue tomada por los romanos en el año 25 a.C.
Tras la conquista, el castro perdió su importancia estratégica y fue abandonado. Durante siglos, las ruinas del castro se convirtieron en canteras de piedra y los habitantes locales utilizaron sus restos para la construcción de viviendas y edificios públicos.
Redescubrimiento y restauración
A finales del siglo XIX, comenzaron las primeras exploraciones arqueológicas en el Castro de Coaña. En el siglo XX se llevaron a cabo varias campañas de excavaciones que permitieron reconstruir la historia y los detalles del castro.
En la actualidad, el Castro de Coaña es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Asturias y uno de los mejores ejemplos de una fortaleza castreña. Desde 2015, el recinto forma parte del conjunto arqueológico de Coaña y es un destino turístico popular.
Esta fortaleza ha resistido el paso del tiempo y sus ruinas son una ventana al pasado del pueblo astur. Descubrir la historia detrás de sus muros es una aventura fascinante que transporta a los visitantes a un mundo antiguo y mágico. Esperamos que este artículo haya sido de utilidad para quienes estén interesados en conocer más sobre este asombroso patrimonio cultural.
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