Han pasado tres años desde que la aclamada serie de fantasía de HBO Juego de Tronos terminará con un final injustificado y poco satisfactorio.
A raíz de la gran expectación generada en torno a la última temporada y de los dos años de espera para su estreno, los fans se lanzaron a los blogs, vídeos de YouTube y publicaciones de Instagram para deducir teorías sobre cómo abordaría Juego de Tronos todas las preguntas sin respuesta en la última temporada de seis episodios.
La respuesta: no lo hizo. Ni ninguna de las teorías que los fans sugirieron se hizo realidad, ni los creadores abordaron ninguno de los, detalles ocultos y la tradición de los Caminantes Blancos que se había insinuado durante mucho tiempo.
El resultado es que la octava temporada de Juego de Tronos es la menos valorada de la serie y se considera el final más incompleto
Pero, ¿por qué? Bueno, se especuló mucho sobre el rumbo de la serie a lo largo de su desarrollo, y la mayoría de las preguntas de los fans se resolvieron a medida que la serie avanzaba.
Todavía había dos puntos principales de la trama que tenían que estar conectados de alguna manera con lo que habíamos visto antes en la serie, y eran: primero, la historia de los Caminantes Blancos, y segundo, el Trono de Hierro.
Sin embargo, los creadores tomaron un camino totalmente diferente con el final, cambiando el curso de los acontecimientos de manera que todo con él se sentía no canónico con las temporadas anteriores.
No sé cómo, pero incluir esos detalles y subtramas que los espectadores han abrazado y con los que han convivido durante todas esas temporadas habría supuesto alguna diferencia.
Pero, ¿acaso el decepcionante desenlace de Juego de Tronos merece ser relegado permanentemente al purgatorio de la cultura pop, sin ser celebrado y olvidado lentamente? En absoluto.
En todo caso, ahora que el polvo se ha asentado y las expectativas infladas han disminuido, nunca ha habido un mejor momento para volver a ver la serie. ¿Quién sabe? Podríamos estar ante una última revelación impactante, mayor que la ejecución de Ned Stark o los horrores de la Boda Roja: que la octava temporada de Juego de Tronos no era tan mala después de todo.