Es bien sabido que el ejercicio físico frecuente aporta beneficios al cuerpo humano, nos ayuda a perder peso, a prevenir enfermedades, entre otros. La recomendación dada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es apartar 150 minutos a la semana para ejercitarte, pero para muchas personas apartar ese tiempo es todo un reto.
Puede deberse a tener mucho trabajo, tareas, responsabilidades familiares, pereza para entrenar o alguna limitación física. Con todo que bueno es obtener los beneficios en nuestro cuerpo del ejercicio, pero sin tener que salir de casa. Todo un sueño que actualmente se ha hecho realidad.
La ciencia en acción
Estudios recientes han descubierto que durante o después de la actividad física se liberan varias sustancias beneficiosas, por lo que los científicos pensaron en encapsular estas sustancias. Estas cápsulas generarían en nuestro cuerpo el mismo efecto de la actividad física, pero sin movernos.
En medio de la investigación se encontró una proteína llamada clusterina, un antiinflamatorio que se libera en grandes cantidades cuando hacemos ejercicio y que además ayuda a fortalecer la memoria. Otro descubrimiento, es que se encontraron mensajeros químicos que incluyen proteínas IL-6 y BDNF asociadas con la supervivencia de las células cerebrales.
Y hace dos años un equipo de la Universidad de Michigan en los Estados Unidos, consiguió una proteína llamada sestrina. Esta es la responsable del aumento muscular, la quema de grasa y el aumento de la capacidad pulmonar.
Por lo que al tener todas estas pistas los científicos esperan producir un medicamento que proporcione todos estos beneficios propios de la actividad física, así como ayudar a las personas con sobrepeso y reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Pero no nos emocionemos, todos estos estudios aún están en fase de laboratorio, hasta los momentos probados en experimentos con animales. Por lo que hasta ahora no se sabe si las píldoras tendrán un buen efecto en el ser humano y por ende si estarán disponible en los mercados.
Lo que sí se tiene como objetivo es ayudar a las personas mayores o frágiles, con discapacidades físicas y aquellas que quieran comenzar una rutina de ejercicio pero que por diversas razones se les hace cuesta arriba poder arrancar.
Siempre el ejercicio será la mejor opción
Incluso con este avance esperanzador para muchos es difícil pensar que alguna vez una píldora reemplace el ejercicio físico por completo. Por esto muchos científicos sugieren un modelo híbrido, es decir, la práctica del ejercicio físico junto con la ingesta de estas píldoras.
La actividad física es mucho más que un efecto fisiológico, sus beneficios abarcan el bienestar psicológico, físico y social. No hay un sustituto total para este. Según la ciencia médica hacer ejercicios aumenta las posibilidades de una vida más longeva, mejora la habilidad para hacer tareas diarias y fortalece los huesos y músculos.
Además, el ejercicio reporta beneficios sociales pues nos permite vincularnos con otras personas, y satisfacer nuestras necesidades de forma integral. Ya quedará por ver si una píldora podrá satisfacer todas estas necesidades.
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