El Gobierno de los Estados Unidos ha tomado medidas decisivas que intensifican la alianza occidental a favor de Ucrania. A pesar de que el Kremlin ha intentado romper a la OTAN, esta parece que cierra de forma decisiva fisuras.
En esta ocasión la administración americana ha aprobado el envío de 31 tanques avanzados al ejército ucraniano, una estrategia que auspició en buena medida a que Alemania también abandonara su resistencia a enviar sus propios tanques y que podría significar un movimiento similar en otros países de Europa.
Una importante victoria política y militar para Ucrania
El envío de vehículos blindados a Ucrania representa toda una victoria política y militar para la nación del este de Europa, así como la alianza occidental. Aspiran que con este suministro de material bélico estrenarán un nuevo “puño de hierro” con el que lograrán atravesar las atrincheradas líneas rusas en el este y avanzar hasta el puente terrestre ruso hacia la anexionada Crimea en el sur.
Estados Unidos había dicho que no enviaría sus tanques Abrams puesto que eran demasiado complejos y requerían de un mantenimiento especial imposible de sostener en la guerra de Ucrania. Sin embargo, fue necesaria la habilidad política de la administración de Biden para poner fin a la resistencia de la alianza occidental al envío de este tipo de suministros militares. De esta forma Estados Unidos se une a Alemania en envío de tanques y se espera que otras naciones occidentales también lo hagan.
Putin sigue recurriendo a las amenazas contra accidente
Desde siempre uno de los objetivos del presidente Vladimir Putin fue forjar divisiones en la alianza occidental para poner fin, o al menos interrumpir, el flujo de armas del que depende la supervivencia ucraniana. Para ello se ha valido de feroces amenazas públicas cuyo objetivo es intimidar a las naciones europeas para que se muestren reticentes al envío de vehículos blindados.
Los planes de Rusia también se han visto truncados gracias a un invierno suave que ha evitado que los europeos dependan de las importaciones de gas ruso durante las heladas. El Kremlin tenía la esperanza de que esto presionaría a sus propios líderes para que dejaran de apoyar a Ucrania. El propio Biden afirmó que Putin esperaba que Estados Unidos y Europa debilitarán su determinación de apoyar a Ucrania, pero “se equivocó desde el principio y sigue equivocándose”.