Lo cierto es que el vino es un producto muy famoso y de extraordinario sabor a nivel mundial, básicamente porque es un excelente acompañante para cualquier ocasión. Sin embargo, el sabor del vino podría verse alterado con una forma incorrecta de almacenarlo. Así es, no se trata de que podamos guardarlo en cualquier rincón del hogar o de algún establecimiento sin tener control sobre la temperatura, la humedad, los ruidos, los olores y la luz.
Aunque es cierto que tener una especie de bodega podría ser la solución para un óptimo almacenaje del vino, está claro que puede ser bastante costosa. No obstante, una vinoteca (cámaras frigoríficas especiales para vino) podría ser la solución que tanto necesitamos para controlar los factores antes expuestos y sobre todo está al alcance de nuestras manos.
Factores que influyen en el sabor del vino
La temperatura
Cuando hablamos de la temperatura es importante distinguir la temperatura de conversación de la temperatura de servicio. El vino debe almacenarse a una temperatura entre 5°C y 18°C, aunque la mayoría de los expertos en la materia coinciden en que también es apropiada una temperatura constante entre 10°C y 12°C. También es necesario evitar los cambios bruscos de temperatura ya que pueden estropear el corcho y acelerar el proceso de oxidación del vino.
La temperatura tiene un impacto sobre el sabor del vino puesto que si se sirve a temperaturas por debajo de los 6°C las papilas gustativas de nuestra lengua se adormecerían por lo que no sentiríamos los aromas y particularidades del vino. Por otra parte, por encima de los 20°C el sabor también se vería alterado puesto que percibiríamos un fuerte olor a alcohol y una especie de sopa etílica.
Así es, el sabor se ve alterado por la temperatura: un frío excesivo nos impedirá saborear los gustos mientras que, en el otro extremo, una temperatura excesiva lo volvería muy alcohólico dejando una percepción quemante en la garganta.
Olores y ruidos
Por supuesto que los olores que están alrededor de las botellas pueden alterar el sabor del vino. No es recomendable almacenarlo cerca de productos que huelan muy fuerte ya que el corcho absorberá el olor alterando el sabor del vino. Por otra parte, aunque parezca un poco increíble, el ruido genera vibraciones que podrían terminar alterando el sabor del vino. Lo mejor es almacenarlo en lugares aislados de fuentes de ruido y olores fuertes.
La iluminación
Este es otro de los elementos cruciales a controlar para preservar el sabor del vino en las condiciones ideales. Es importante que las botellas de vino se mantengan en lugares oscuros ya que la incidencia de la luz podría favorecer reacciones químicas como la oxidación que harían perder la calidad del vino, alterando su sabor.
La posición de almacenamiento
Es necesario que las botellas de vino se almacenen en posición horizontal a la hora de preservar sus características organolépticas. Así garantizamos que el vino y el corcho mantengan siempre su contacto. Esto evita que el corcho se reseque, pierda la elasticidad y deje pasar aire hacia el vino lo que cambiaría su sabor. Adicionalmente, al conservar las botellas de forma horizontal se evita que sufran movimientos bruscos y agitaciones haciendo que el vino repose de forma adecuada.
La humedad
Los expertos en el vino indican que para tener una conservación del vino en condiciones óptimas donde estén las botellas se debe tener una humedad relativa entre el 60% y el 70%. Si no hay suficiente humedad, se corre el riesgo de que el corcho se reseque, encoja, por lo que se pierda el sello sobre el vino y permite que el aire entre en contacto con el vino y termina oxidándose más de lo normal.
Por otra parte, un exceso de humedad puede generar las condiciones necesarias para que florezca el moho que también terminará afectando el sabor del vino. Sin lugar a duda, son varios los elementos a tomar en cuenta a fin de conservar el sabor del vino en óptimas condiciones.
Por lo que lo más conveniente es disponer de una vinoteca que se adapte a nuestras necesidades. Existe la que tiene las dimensiones de un lavavajillas estándar, que es una vinoteca integrable o podemos optar por comprar una vinoteca estrecha. Sea cual sea nuestra elección, será una buena decisión para conservar el sabor del vino.
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