Embarazo

¡Antojos en el embarazo! estudio sugiere que se relacionan con las células neuronales D2R

Es una creencia generalizada que los antojos durante el embarazo sirven para apoyar el crecimiento embrionario. Suele ser un episodio muy divertido ver como una embarazada hace de todo para saciar sus antojos, a veces muy “alocados”.

Pero una nueva investigación sugiere que estos episodios de antojo podrían originarse en el cerebro el cual sufre un reordenamiento de los circuitos neuronales relacionados con la motivación y el deseo, según una investigación publicada en Nature Metabolism.

Dicha investigación suscrita por investigadores españoles demostró que la gestación afecta a la conectividad del cerebro. Uno de los componentes más involucrados es el circuito dopaminérgico el cual interviene en la percepción de los estímulos gratificantes y lo que impulsa a los antojos de alimentos por parte de las embarazadas.

Los investigadores experimentan con ratones

El equipo de investigadores realizó una serie de experimentos con ratonas en gestación. Lo que demostró los cambios en las conexiones funcionales de los circuitos de recompensa, así como en los centros gustativos y sensoriomotores. Como resultado las ratonas preñadas tenían episodios semejantes a los humanos con una ansiedad por las bebidas azucaradas y un consumo excesivo de alimentos apetecibles.

Además, los científicos indujeron un embarazo psicológico a algunas ratonas, es decir, en el que no hay crecimiento de embrión, pero si alteraciones fisiológicas típicas del embarazo como el aumento de hormonas sexuales femeninas. Estas ratonas vivieron momentos similares a los antojos en los embarazos reales.

Esto llevó al equipo a concluir que los antojos típicos del embarazo no surgen para soportar el desarrollo del embrión sino más bien es algo producido en el cerebro. La responsable de la aparición de los antojos está relacionada con las células neuronales D2R. El equipo, luego de bloquear su actividad, logró que la ansiedad por la comida la cual es típica en la gestación desapareciera.

Los antojos pueden tener consecuencias duraderas en la descendencia

Aunque estos experimentos fueron realizados con animales, uno de los investigadores del estudio Roberta Haddad-Tóvolli del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer afirma que dado que el sistema dopaminérgico de estos animales es muy similar al de los humanos se puede inferir que las alteraciones similares deben suceder también en las mujeres.

Aunque los episodios de antojos y de ingesta de alimentos deliciosos son una característica común en el embarazo puede tener efectos negativos. Además de influir en el aumento de peso u obesidad, lo cierto es que los episodios de antojo pueden tener consecuencias metabólicas negativas en los hijos.         

Las crías de las ratonas que tuvieron problemas de antojo (en comparación con las del grupo que fue controlado) evidenciaron mayor peso corporal y fueron más propensas a desarrollar problemas alimenticios y comportamientos de ansiedad. Las crías macho eran más propensas que las hembras.

La investigadora sostiene que los resultados de su estudio deberían servir para lograr una mayor concientización ante los episodios de ansiedad de alimentos durante el embarazo y así poder tener una mejor alimentación que favorezca el desarrollo del bebé.