Por lo general cuando a una persona se le detecta estrés, se le dan una serie de recomendaciones a fin de combatirlo entre lo que resaltan actividades placenteras, desconectarse de su trabajo, relajarse o incluso hacer algún deporte. Sin embargo, en muy pocas ocasiones se recomienda tener en cuenta la dieta para combatir el estrés.
Los tipos alimento que comemos pueden ayudarnos a combatir el estrés
Un reciente estudio publicado en la revista Molecular Psychiatry ha descubierto que los tipos de alimentos que comemos pueden tener un impacto directo en el estrés. En específico alimentos fermentados y la fibra pueden ser beneficiosos en la reducción de los niveles de estrés percibidos según informaron los expertos.
Se le conoce como dieta psicobiótica aquella en la que se aumenta la cantidad de alimentos prebióticos y fermentados. Por supuesto, no es un secreto, ya que anteriormente se ha documentado la relación de este tipo de alimentación y una mejor salud mental.
La relación entre el intestino y el cerebro
Los alimentos que ingerimos pueden tener un impacto en nuestra salud y nuestro estado mental según evidencian algunas investigaciones. Una alimentación saludable ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades físicas, pero también enfermedades mentales comunes.
Aunque la ciencia aún desconoce los mecanismos envueltos entre el intestino y la salud mental un reciente estudio ha dado algunas pistas sobre ello. La clave podría estar entre la relación que existe entre nuestro cerebro y nuestro microbioma, es decir, los trillones de bacterias que viven en nuestro intestino.
Se le conoce como eje intestino cerebral. Dicho mecanismo permite que el intestino y el cerebro estén en constante comunicación lo que facilita algunas funciones naturales esenciales como la digestión y el apetito. Este mecanismo también se encarga de que los centros emocionales y cognitivos del cerebro estén conectados estrechamente con el intestino de forma constante.
Los científicos han logrado demostrar que el estrés y el comportamiento de las personas están relacionados con su microbioma. En aras de poner a prueba su teoría el equipo llevó a cabo experimentos entre varios voluntarios cuyos resultados sugirieron que las personas que siguieron una dieta psicobiótica se sentían menos estresadas en contraste con las que siguieron la dieta de control.
La dieta psicobiótica además de reducir los niveles de estrés también ayudan a mejorar la calidad del sueño. De manera que los resultados apuntan a que este tipo de alimentación podría reducir los niveles de estrés percibido e incluso proteger la salud mental a largo plazo.
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