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La viruela del mono: ¿cómo se originó y cuáles son sus síntomas?

La viruela del mono ya es noticia a nivel mundial, por lo que varios sectores de la comunidad científica y médica internacional han activado sus alertas. Más de una veintena de países que nunca habían registrado casos confirmados en su territorio ahora reportan 780 personas. Entre ellas Estados Unidos con 25 casos confirmados, según informó la Organización Mundial de la salud.

Hasta los momentos no se ha registrado ninguna muerte a causa de esta enfermedad fuera del continente africano. Sin embargo, Anne Rimoin, epidemióloga de la Universidad de California quien durante muchos meses ha estado investigando la viruela del mono en la República Democrática del Congo, enfatiza que es importante actuar con rapidez y decisión para prevenir que la situación se escape de las manos.

Lo que se sabe hasta el momento de la viruela del mono

La viruela del mono o Monkeypox fue detectada por primera vez en el siglo 19, específicamente en el año 1858, en un grupo de simios de investigación que evidenciaron una enfermedad similar a la viruela. De allí que se adoptara el nombre “viruela del mono”. No fue sino hasta 1979 cuando se detectó por primera vez en humanos, al ser diagnosticado en un niño de 9 años de un poblado remoto en el Congo, África.

Según los investigadores de la Organización Mundial de la Salud, aunque no se tiene información precisa sobre cómo surgió el brote actual, creen que la transmisión pudo originarse en dos fiestas masivas organizadas en el viejo continente.

¿Cuáles son los síntomas?

Entre los síntomas más comunes se encuentran dolor de cabeza y fiebre, inflamación en ganglios linfáticos, dolor muscular, escalofríos y agotamiento. Con todo, los investigadores descartan que la viruela del mono se trate de una enfermedad que afecte solo a grupos en particular.

Sin embargo, alertan de que un posible medio de transmisión es el contacto sexual. Aunque esto no significa que el virus sea más contagioso o se transmite sexualmente, lo que sí aclaran es que el virus se propaga fácilmente a través del contacto cercano de allí que las relaciones sexuales pueden ser un medio de transmisión.

A diferencia del coronavirus que no logra permanecer mucho tiempo en las superficies, el virus de la viruela del mono puede sobrevivir mucho más tiempo fuera del cuerpo, lo que hace posible que las perillas de las puertas o las sábanas sea un vector potencial de transmisión según explicó Rachel Roper de la Universidad de Carolina del Este.